Cada vez somos más los aficionados a correr. Si una
alimentación equilibrada es algo fundamental para cualquier persona, si eres
aficionado a correr debes prestarle especial atención.
A continuación, os dejo una serie de recomendaciones que os
pueden ir bastante bien:
Consume fruta y verdura para evitar calambres
Las frutas y verduras frescas son una fuente fundamental de
vitaminas y minerales para que nuestro cuerpo trabaje adecuadamente. La
ausencia de estos nutrientes puede provocar, por ejemplo, calambres musculares
por falta de potasio o magnesio. Por ello, una ingesta variada de frutas y
verduras crudas aporta las vitaminas y minerales esenciales. Las verduras
cocinadas pierden la mayoría de las vitaminas, por lo que se recomienda tomar
una ingesta diaria de verduras crudas en forma de ensalada.
Los batidos de frutas son recomendables pues se necesita poco
tiempo para prepararlos, y aportan muchos beneficios al entrenamiento. Una de
las mejores opciones es el plátano, por su gran cantidad de potasio, combinado por
ejemplo con yogur desnatado, pero hay multitud de opciones saludables y
deliciosas. En el blog tenéis distintas recetas que os pueden encantar.
No olvides los hidratos de carbono
Los carbohidratos complejos son la base de la dieta de un
corredor: una ración de 90 gramos de pasta o arroz -peso de producto seco- en
comida y cena, 60 gramos de pan, y legumbres y fruta a diario mantendrán las
reservas de glucógeno (que luego se transformará en energía) lo bastante
elevadas para soportar el entrenamiento.
Consume proteínas
Las proteínas también cumplen un papel importante en el-entrenamiento.
Los músculos están formados por proteínas y, para recuperarlos después de entrenar,
debemos reponerlas. Las carnes magras, como el pavo o el pollo, son adecuadas
para ello.
Grasas: con moderación
Se recomiendan las grasas insaturadas que se aportan los
frutos secos, el aceite de oliva u otros aceites vegetales, así como los
pescados azules. Son parte fundamental de las estructuras de nuestras células, y
constituyen un aporte necesario de energía durante el entrenamiento. Se
recomienda que sean alrededor del 25% del total de la dieta habitual. Las
grasas saturadas, tales como la mantequilla o las grasas animales, son menos
saludables y se recomienda consumirlas con moderación.
Mantén tu nivel de hidratación
Además de una buena alimentación también es importante una
correcta hidratación. Tenemos que tener en cuenta que la pérdida de peso
corporal en forma de sudor durante la práctica del ejercicio puede disminuir el
rendimiento, sobre todo cuando el tiempo es cálido. Una recomendación ideal es
tomar unos 200 cc de agua (un vaso) cada 20 minutos durante el ejercicio.