En esta época en la que la radiación solar es más intensa y ya nos apetece tomar un poquito el sol, es importante recalcar la necesidad de proteger nuestra piel, tanto desde fuera, como desde dentro.
¿Qué es la astaxantina?
La astaxantina es un pigmento natural de color rosa o rojizo
que pertenece a la gran familia de los carotenoides, nutrientes conocidos por
ser eficaces antioxidantes capaces de proteger nuestras células de los ataques
de ciertos radicales libres. La astaxantina es una molécula fabricada en gran cantidad por algas
unicelulares como la Haematococcus
pluvialis, que les sirve de protección. Bajo condiciones extremas, estas
microalgas ponen en marcha de forma espontánea un mecanismo natural de
autodefensa produciendo astaxantina, que actuará como escudo protector.
La astaxantina se integra en la cadena alimentaria a través
del zooplancton que se alimenta de estas microalgas, y después, por los mayores
consumidores de zooplancton: los peces (en especial los salmones) y los crustáceos,
que lo toman en tal cantidad que la astaxantina les confiere el color rosado
característico, desempeñando además un papel importante en el fortalecimiento
del organismo de estas especies.
Los estudios sobre la astaxantina natural han podido
demostrar que esta molécula posee importantes propiedades antioxidantes, en especial
para poder bloquear los efectos del los radicales libre responsables de los
efectos dañinos de los rayos UVA.
Por ello la astaxantina contribuye a:
Proteger la piel de agresiones externas (rayos ultravioleta,
contaminación…), preparación de la piel para la exposición al sol, reducción de
arrugas, manchas de la edad y enfermedades cutáneas.
Proteger los ojos: fatiga ocular, ojos sensibles al sol,
prevención de la degeneración macular asociada a la edad (DMAE), cataratas…
Prevenir las enfermedades neurodegenerativas asociadas con
el estrés oxidativo.
Proteger nuestro sistema cardiovascular: peroxidación
lipídica, prevención de la arterioesclerosis…
Luchar contra los dolores inflamatorios: artritis,
tendinitis…
Mejorar el rendimiento deportivo y la recuperación después
del esfuerzo físico: resistencia al esfuerzo, reducción de la acumulación de
ácido láctico, aceleración de la combustión de grasas.
Pero lo más llamativo y lo que siguen reafirmando las
investigaciones es el efecto protector de la astaxantina contra los rayos de
sol, lo que la convierte en un aliado fundamental para nuestra piel durante
esta estación.
Con respecto a la salud de los ojos, existen estudios que
han demostrado el papel beneficioso de la astaxantina en la prevención y
tratamiento de la degeneración macular asociada a la edad (DMAE), las cataratas
y la fatiga ocular. Hay que tener en cuenta que el ojo es el órgano más
expuesto al aire y a los rayos ultravioleta. La astaxantina actúa contra los
efectos perjudiciales de los radicales libres a los que se enfrentan los ojos.
El consumo de salmón sería, por tanto, una de las fuentes
naturales de astaxantina recomendada, aunque debería ser salmón salvaje, que es
el que se alimenta de crustáceos de manera natural.
Una buena opción para proteger nuestra piel es incluir en
nuestra dieta el salmón, junto con otros alimentos ricos en nutrientes
antioxidantes, como las zanahorias, las naranjas, el mango o las bayas rojas.
Opcionalmente, puede recurrirse a suplementos nutricionales de manera puntual
en esta época del año en la que la exposición al sol es mayor.
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