La uva es una fruta ideal para las personas de todas las edades, y no sólo en esta época, en la que las compramos para cumplir con la tradición de tomar las 12 uvas al finalizar el año.
Las sustancias protectoras presentes en las uvas (flavonoides, incluyendo la quercetina, la catequina y la antocianina) favorecen el buen estado de las arterias aumentando el óxido nítrico en sangre y otros efectos metabólicos favorables. Además, La uva se ha asociado con una mejor salud cerebral y se cree que protege contra enfermedades neurológicas agudas y crónicas.
También encontramos resveratrol en las uvas. Algunas investigaciones recientes indican que este compuesto químico tiene la capacidad de incrementar la expresión de tres genes en el cuerpo humano que están relacionados con la longevidad. Por lo que se supone que la uva podría ayudar a desacelerar el proceso de envejecimiento.
Las uvas tienen un 1% de fibra vegetal (pectina) lo que las convierten en un laxante eficaz. En caso de estreñimiento o problemas de movilidad intestinal se recomienda consumir las uvas sin pelar y con pepitas, ya que son en éstas donde se encuentran las sustancias que equilibran la flora intestinal y ayudan a regular su funcionamiento.
Tienen propiedades diuréticas por lo que son muy adecuadas en casos de insuficiencia renal. Las uvas actúan como desintoxicantes del hígado, aumentando la producción de bilis y mejorando problemas hepáticos. Además, los ácidos orgánicos de las uvas alcalinizan la sangre y ayudan a eliminar el ácido úrico mejorando problemas como la artritis o gota.
En vista de estas excelentes propiedades, ¿porqué limitar su consumo a las 12 uvas de Fin de Año?
Por cierto, os dejo unas ideas muy creativas de Mamá Vitamina.
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